ADVIENTO 2025: Día 2.

Imagen de la publicación

Día 2: Primer Misterio Doloroso- La oración en el Huerto



        ¡Hola, sean todos bienvenidos a este tiempo de gracia!


Comenzamos con un momento de oración: haz la señal de la cruz invocando a la santísima Trinidad:

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

            Texto bíblico:

«Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a sus discípulos:

"Sentaos aquí mientras voy a orar". Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de

Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: "Mi alma está triste

hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco, cayó

rostro en tierra, y suplicaba así: "Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero

no sea como yo quiero, sino como quieras tú"» (Mt 26, 36-39).


            Meditación:

¿Cuántas veces habrá vivido María la experiencia de Getsemaní?

Aquella noche no fue solo de Jesús: fue también de su Madre. Escucha de nuevo en el

corazón aquellas palabras que atraviesan el tiempo: «Mi alma está triste hasta el punto

de morir».

¿La imaginas? En silencio, sosteniendo con su fe la noche más oscura. También hoy,

cuántos hombres y mujeres pronuncian estas mismas palabras en medio de su angustia.

Tal vez tú también, en lo profundo de tu corazón, has sentido ese peso que parece

imposible de llevar.

El camino de Adviento es precisamente esto: caminar en medio de la oscuridad, rezar

con perseverancia y esperanza, hasta que el corazón pueda susurrar, como Jesús en

Getsemaní: «No sea lo que yo quiero, sino como quieras Tú».

Adviento es confiar cuando aún no amanece. Es dejar que la fe de María nos acompañe y

nos sostenga en el silencio, mientras nace la esperanza.


            Oración:

Virgen María, Nuestra Señora de Adviento,

enséñame a guardar en el corazón las promesas de Dios,

incluso cuando la noche es larga y no hay señales de luz.

Tú conociste el peso de la incertidumbre

y supiste confiar cuando todo parecía frágil.

Tú estuviste junto a Jesús en su Getsemaní,

compartiendo en silencio su tristeza y su entrega.

Acompáñame también a mí en mis horas oscuras,

cuando mi alma se siente cansada y teme el mañana.

Enséñame a decir con fe, aunque tiemble:

«No sea lo que yo quiero, sino como quieras Tú». Amén


Reza 1 padrenuestro + 10 avemarías + 1 gloria

            Conclusión:

    
 

Al terminar, guarda un momento de silencio y di con el corazón:

Jesús, nuestra esperanza, sálvanos. Danos la paz.

Virgen del Adviento, camina con nosotros.



        Terminamos con la oración de la comunidad:

Letanía de Adviento: Virgen María, Nuestra Señora del Adviento

Virgen María, Nuestra Señora del Adviento,
— ruega por nosotros.

Tú que acogiste la promesa de Dios en Nazaret,
— enséñanos a reconocer su ternura en lo cotidiano.

Tú que saludaste a Isabel con corazón abierto,
— haz que nuestros gestos sean bendición y compañía.

Tú que diste a luz a Jesús en un pesebre humilde,
— ayúdanos a ser “Casa del Pan” para quienes sufren.

Tú que presentaste a Jesús en el Templo,
— enséñanos a esperar con paciencia y confianza.

Tú que hallaste a Jesús en medio de los maestros,
— guíanos a buscarlo cada día en nuestra vida.

Tú que nos enseñas que Adviento es una fiesta de espera,
— haz que preparemos nuestro corazón con cuidado y alegría.

Tú que nos muestras que Dios cumple sus promesas,
— ayúdanos a vivir la esperanza, la fe y la cercanía en lo cotidiano.

De Hozana.

Compartido por:
   Ana M.G.C.💜

¡Dios te bendiga! 

¡Feliz Adviento 2025!

🙏

Comentarios

Entradas populares