Día 20: Quinto Misterio Gozoso - El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.¡Hola, sean todos bienvenidos a este tiempo de gracia!Comenzamos con un momento de oración: haz la señal de la cruz invocando a la santísima Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Meditación del día en Texto bíblico:«Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres... Y sucedió que al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas» (Lc. 2, 41-47) Meditación:El texto nos habla de la fiesta de Pascua. Celebrar requiere prepararse, tanto por fuera como por dentro. Siempre hay nervios: que todo salga bien, que los invitados se vayan contentos. La fiesta tiene sus imprevistos, sorpresas y pequeños tropiezos. En Adviento aprendemos que la verdadera celebración no depende de la perfección, sino de abrir el corazón a lo que Dios quiere regalar. Cada gesto de cariño, cada sonrisa, cada encuentro inesperado refleja el amor que celebramos: la venida de Cristo. Adviento es una fiesta que se vive día a día, donde cada pequeño gesto de espera activa nos acerca a la gran alegría de Navidad. Cuando termina una fiesta, los recuerdos y comentarios sobre las experiencias vividas pueden durar días. Son motivo de conversación cuando las personas se encuentran, historias que calientan el corazón y nos recuerdan que lo más importante es la presencia y la alegría compartida. Así también es Adviento: aunque haya nervios, imprevistos, lo que perdura es la esperanza viva. Adviento nos invita a vivir esta fiesta interior y comunitaria, a contar los días con ilusión, a preparar nuestros corazones y nuestras vidas para recibir a Jesús. Es una fiesta de espera, donde cada día que pasa nos recuerda que la verdadera celebración se da en la confianza, el amor compartido y la apertura a la presencia de Dios. Reza 1 padrenuestro + 10 avemarías + 1 gloria Oración:Virgen María, Nuestra Señora de Adviento, ayúdanos a preparar nuestro corazón como se prepara una fiesta: con cuidado, con ilusión y con tiempo, abriendo espacio para que Dios nazca en nuestra vida. Enséñanos a confiar, incluso cuando los planes no salgan como queremos, cuando nos sintamos perdidos, confundidos o tengamos que dar pasos atrás. Ayúdanos también a dejarnos sorprender por Jesús, por su presencia, sus palabras y sus gestos, que transforman lo cotidiano en un encuentro con Dios. Que este Adviento sea para nosotros una fiesta de espera, donde la esperanza, la fe y la cercanía se celebren en lo cotidiano, y donde podamos recibir a Jesús con el corazón abierto, listos para compartir su amor con todos, aunque el camino sea a veces difícil o incierto. Amén. Conclusión:Al terminar, guarda un momento de silencio y di con el corazón: Jesús, nuestra esperanza, ven y sálvanos. Danos la paz. Virgen del Adviento, camina con nosotros.
Terminamos con la oración de la comunidad:
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