Día 14: Cuarto Misterio Glorioso - La Asunción de María al cielo.¡Hola, sean todos bienvenidos a este tiempo de gracia!Comenzamos con un momento de oración: haz la señal de la cruz invocando a la santísima Trinidad: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Meditación del día en Texto Bíblico:«Todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque el Señor ha hecho obras grandes en mí» (Lc 1, 48-49). Meditación:¿Te das cuenta de que tú y yo estamos invitados a llamar bienaventurada a María? La Real Academia define “bienaventurada” como quien goza de Dios. El Adviento es un tiempo privilegiado para reconocer la dicha y la bendición de María. Es un tiempo para mirar a María y contemplar la obra de Dios en ella: cómo su vida fue transformada, y cómo permitió que la gracia divina se hiciera presente en el mundo. Pero también es un tiempo para ver la obra de Dios en la creación, en los demás, en nuestra propia vida. Todo lo que nos rodea, cada persona que encontramos, cada instante de la vida cotidiana, puede ser llamado bienaventurado si sabemos reconocer en ello la presencia de Dios. María se dio cuenta de la de la acción de Dios en ella, la acogió y la dejó crecer. ¿Y tú? ¿Reconoces la obra de Dios en tu corazón, en tu familia, en tu comunidad, en la naturaleza, en los gestos sencillos de amor que te rodean? Adviento nos invita a despertar la mirada, a descubrir lo sagrado en lo cotidiano y ser también nosotros instrumentos de bienaventuranza donde vayamos. Oración:Virgen María, Nuestra Señora de Adviento, inspíranos a reconocer la semilla de lo divino que late en cada momento, a escuchar el susurro de la vida y a descubrir lo invisible que transforma lo ordinario. Haz que nuestro corazón sea receptivo a lo inesperado, y que nuestra presencia sea un pequeño reflejo de tu confianza y tu entrega. Que en la espera encontremos la alegría silenciosa de acoger aquello que aún no conocemos. Amén Reza 1 padrenuestro + 10 avemarías + 1 gloria Conclusión:Al terminar, guarda un momento de silencio y di con el corazón: Jesús, nuestra esperanza, sálvanos. Danos la paz. Virgen del Adviento, camina con nosotros.
Terminamos con la oración de la comunidad:
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